Así la tela de colores
que cubriría mi cuerpo se desliza lentamente como sierpe, y así yo me veo de
regreso…
…como una sirena ante ese dios que aún no despierto del todo me
mira, y le ofrezco mi cuerpo, mis hombros desnudos, mis senos. Despacio,
majestuosamente me acerco de nuevo hacia la cama, me quedo allí, de pie hasta
que extiendes tus brazos llamándome en silencio. Me dirijo hacia ti, me
envuelves en tu abrazo. El mar se deja oír, no sé si fuera o simplemente eres
tú, naufrago de deseo, y yo la ola en la que te sumerges. Y te acaricio, cubro tu cuerpo voluptuoso con
las algas de mi pelo, los peces de mis dedos vuelan resbalando en ti.
Y tú, buceando bajo el oleaje de
mi cuerpo pleno de sensaciones me besas bebiéndote la sal que te ofrecen mis
besos, buscando tierra firme en mis caderas para volver a hundirte entre el mar
que tus manos adivinan. Y quieres cabalgar al ritmo de mis olas, y te arrastro
a las profundidades que se esconden más
allá de mi cintura. Y susurras canciones marineras que siembran de salitre las
cuevas de mi cuerpo. Y buceas hasta lo más profundo de mis simas que se abren
para ti, para el dios de mi mar que, convertido en espuma, bebe el dulce agua
de la vida del pozo de mi cuerpo.
Felicidades
1 comentario:
Hola Magda genial la idea de tu blog, el arte, la escritura es tan comunicador que abruma jajaja quiero buscar la opcion de suscribirme a tus publicaciones y no las encuentro
un abrazo ale de viajar cueste lo que cueste
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