Caricias hechas de agua y sal.
Dulces
como la melodía de tu voz,
como el recuerdo,
como tu memoria
que me envuelve,
se revela,
se escapa
Saladas
como el océano infinito
que te esconde,
te aleja,
te trae
a lomos de un centauro
entre la espuma de sus olas
y te traga de nuevo.
Mar
Calma absoluta,
muda como la muerte
agua,
que me baña lentamente
gota a gota
como las palabras
siempre esquivas
Escritura
Furia inmensa
tornado,
actividad febril
parir
y a la vez
renacer.
4 comentarios:
Las palabras y el mar ¡Cuantas connotaciones! Y es que tanto en las unas como en el otro cabe el universo entero, son como el origen de todo.
El encuentro con el mar siempre se parece a todas esas cosas, muerte, renacimiento, calma y tempestad, interrupción y continuidad, y muchas veces una grandeza que asusta.
Ha sido una gozada encontrarme con tu blog. No conocía tu faceta poética y la estoy disfrutando mucho, versos cortos, directos y contundentes.
Y tus textos... que te voy a decir que ya no te haya dicho.
Mil besos de maresía
Anais, ¡¡¡que gran alegría encontrarte por aquí!!!
Un abrazo inmenso.
Magda
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