¡Ninfas y faunos, brujos y
hechiceras, hombres y mujeres, creyentes y herejes!
Oíd todos mi llamada, prestad
atención a mi requerimiento y disponeos a gozar. Invocad al poderoso dios Sol y
a la bella diosa Luna y preparaos para vivir el mayor suceso del año. Estad
prestos para dejar atrás los problemas y las tristezas, para quemar los malos
recuerdos y correr en pos de los buenos augurios.
Encended hogueras, quemad muebles
viejos y penas ajadas. Arrojad al fuego sinsabores, crisis, primas arriesgadas, los
males de ojo, y hasta el mal de amores. Llenadlas de hierbas que preñen el
fuego con sus mil aromas, esa hierbabuena, la palma rizada, tomillo, romero,
canelita en rama y que el humo espante a los malos espíritus, pensamientos crueles y demás calaña. Mirad a
través de las llamas, estad bien atentos porque el milagro pagano ya va a
comenzar. Sí, mirad como el druida agita las llamas, no apartéis la vista ni un
instante y sentiréis el fuego divino, cómo esos aromas os impregnan todo y os llenará la certeza de
que las puertas a nuevos caminos e ilusiones se os abrirán de par en par.
¡Pero dejémonos de sermones! Bailad,
bailad y tocad panderetas alrededor del fuego para espantar a las brujas y los
diablos, a los duendes malvados y a las mentes perversas. Danzad hasta caer
rendidos que hoy la noche es corta, que el astro rey os despertará temprano. Que
os encuentre agotados de cansancio y repletos de esperanza y alegría.
Desnudad vuestro cuerpo y vuestra
alma y caminad descalzos sobre la hierba impregnada de rocío, sobre la fina
arena de la playa o la mullida lana de una alfombra. Y zambullíos en el mar que
os espera bravío con sus olas, o en el río sereno, o en la piel y el sudor de
la persona amada. Purificad los cuerpos con aguas dulces o saladas, y
desprended de ellos toda melancolía y amargura. Dejadlos limpios para que la
alegría se agarre a ellos como amorosa lapa.
Tomad bebedizos y realizad conjuros
que os aseguren la fertilidad. Fertilidad de vida y de ideas, de prosa y de
poesía. Fertilidad de gozos y caricias, de momentos gratos y de magia.
Aseguraos que no están caducados, que su validez perdure al menos por un año.
Hasta que el año próximo, de
nuevo en estas fechas volváis a oír el llamado de algún loco que se siente
poeta sin hacer poesía y os invite de nuevo, bellas ninfas, faunos y mortales a
disfrutar de la noche más corta del año, a guiñar el ojo al rey de los astros y
a flirtear con su amada la luna que en esta noche loca os dará sus favores y os
regalará felicidad, paz y armonía para que os la administréis como mejor os
plazca.
Feliz noche del solsticio, y que
“la puerta de los hombres” se abra ante todos nosotros para dejarnos ver al
otro lado del espejo