sábado, 1 de marzo de 2008

Elucubraciones


Espacio, inmensidad, frialdad. Montones de elementos perdidos, flotando, cambiando de posición día tras día, cruzándose sin llegar a chocarse, sin conocerse, sin saber que los demás existen.

Un día una pequeña araña teje un hilo y la casualidad lleva a alguno de esos seres flotantes a quedar prendidos de él. Y surge la comunicación, y nacen nuevos hilos que se van haciendo más espesos, más fuertes. Y el frío universo azul se va pintando de colores más vivos, más cálidos. Y el planeta antes gris se va iluminando poco a poco.

Y nacen sentimientos desde los que se formará no una tela de araña asfixiante sino una red que amortigüe y dé seguridad para recorrer los distintos hilos sabiendo que si te caes debajo no estará el vacío, que siempre podrás levantarte y volver a caminar.